La historia del cristianismo tiene sus raíces en la creación del hombre, que fue hecho a imagen de Dios y destinado a la comunión con Él.
Alrededor de 1900 años antes de Cristo, el desarrollo religioso de la humanidad se dividió en dos caminos bien diferenciados: el judaísmo y el paganismo. A pesar de sus diferencias, ambos caminos compartían el objetivo común de luchar por un mundo mejor. Vale la pena señalar que cada individuo en esos caminos, ya sea voluntariamente o no, conscientemente o no, directa o indirectamente, contribuyó a la glorificación de del Nombre de Jesucristo.
El período de preparación para la entrada de Jesús en la historia humana había sido
planeado desde hacía mucho tiempo. Según Marcos 1:15 y Gálatas 4:4, Jesús entró en el ambito de la humanidad precisamente en el momento adecuado, ni demasiado pronto ni demasiado tarde. Este momento fue crucial, ya que reveló completamente la necesidad de redención del mundo.
Según Marcos 4:24, el mundo estaba bajo la influencia de poderes malignos, lo que indica una deficiencia espiritual general. Sin embargo, la llegada de Jesús a áreas como Judea, Galilea, Jerusalén y más allá fue considerada como una buena noticia, como se afirma en Marcos 5:1-13. Esta noticia fue recibida con gran entusiasmo por el impacto positivo que tuvo en la gente de esas regiones.
Las numerosas enfermedades, dolencias y actividades malignas que afligieron a la humanidad se remontan a la separación que ocurrió en el Jardín del Edén. Esta separación hizo visible la antigua enemistad entre Dios y el Hombre. Las consecuencias de esta separación fueron evidentes en el sufrimiento que soportó la humanidad antes de que el Hijo de Dios viniera a morar con los hombres.
A través de la vida de Jesús se inició la doble reconciliación y unión de Dios con el hombre. Esto allanó el camino para que el Hombre se acercara a Dios.
Es un hecho que un número significativo de personas no pudieron superar la oscuridad que enfrentaron sin la guía divina. Esto se evidencia en el pasaje de Hechos 14:16 que declara que muchos fueron dejados andar en sus propios caminos. Sin embargo, también se nota en Hechos 17:26-27 que aquellos que intentaron buscar a Dios pueden haberlo encontrado. Es importante reconocer el papel de la guía divina en la vida de quienes la buscan.
En el esquema divino de las cosas, Dios orquestó un gran plan de reunión, armonía y redención. Reunió todos los elementos necesarios -intelectuales, literarios, políticos y sociales- para preparar el escenario y correr el telón para la llegada de su Hijo. Este evento fue tan significativo que dividió el tiempo en dos eras: antes y después de Cristo. La meticulosa planificación y ejecución de este evento demuestra el supremo poder y sabiduría de Dios.
El judaísmo y el paganismo son dos ramas de la humanidad que han crecido y se han desarrollado por separado en el mismo mundo creado según lo planeado. Ambos han cumplido sus misiones divinamente asignadas, cada uno sabiendo de la existencia del otro, pero nunca llegando a estar completamente juntos. Mientras que el judaísmo es una religión monoteísta que enfatiza la adoración de un Dios, el paganismo es un sistema de creencias politeísta que adora a múltiples dioses y diosas. A pesar de sus diferencias, ambos han contribuido significativamente al desarrollo de la civilización humana.
El paganismo desempeñó un papel importante en el período de preparación para la entrada de Jesucristo en la historia mundial. Los griegos fueron los primeros en representar este papel, seguidos por los romanos. Los griegos creían en múltiples dioses y diosas, y sus prácticas religiosas incluían sacrificios y ofrendas a estas deidades. Los romanos, por otro lado, tenían un panteón de dioses y diosas, y sus prácticas religiosas involucraban varios rituales y ceremonias. Ambas culturas jugaron un papel crucial en la configuración del panorama religioso en el que entraría Jesucristo.
El paganismo desempeñó un papel importante en la formación de la mitología griega, el racionalismo, la lógica y numerosas obras literarias sobre sus deidades. Además, contribuyó al desarrollo de la arquitectura y las artes, así como al panteísmo. Los romanos se basaron en lo que habían comenzado los griegos y agregaron política, derecho e ingeniería a la mezcla. También fusionaron su plétora de deidades con las de los griegos.
La mayor contribución del judaísmo al mundo es el concepto de monoteísmo, la creencia en un solo Dios. Mientras que los griegos y los romanos adoraban a múltiples dioses, el pueblo judío cultivó una relación significativa con su Dios a lo largo de su larga historia. Cuarenta y cuatro personas judías sirvieron como escribas, visionarios y profetas, escribiendo una biblioteca portátil de textos que han resistido la prueba del tiempo. Estos escritores nunca se contradijeron a sí mismos, y sus escritos predijeron eventos importantes en la historia humana que han resultado ser ciertos. El libro sagrado judío - La Biblia, es un recurso único e invaluable para comprender la historia de la humanidad.
A lo largo de la historia, el judaísmo ha atestiguado constantemente su afirmación de ser la única religión verdadera y perfecta para la humanidad. Este reclamo ha sido respaldado por una larga y rica tradición de prácticas religiosas y culturales, así como por un compromiso con los valores de justicia, paz y compasión. El judaísmo ha sido una fuerza influyente en el desarrollo de muchas de las principales religiones del mundo, y sus enseñanzas y valores han tenido un profundo impacto en la vida de innumerables personas en todo el mundo.
Del judaísmo con sus raíces firmemente plantadas por Dios padre en las arenas del desierto; regados por las aguas del conocimiento del Espíritu Santo bajo la luz brillante de La Estrella de la Mañana - Jesucristo el árbol del Judaísmo dio su fruto: el Cristianismo. La única religión verdadera y perfecta para la humanidad.
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